Me encanta volar con Vueling. Los aviones son grandes y espaciosos, el personal muy competente y amable y en este viaje Barcelona a Dusseldorf el avión iba medio vacío y me han propuesto sentarme en los asientos de emergencia encima de las alas, que son las más confortables y donde menos turbulencias sientes (normalmente!). Claro que una vez ya estas sentado te explican que eres el responsable de abrir la puerta de emergencia en caso de aterrizaje forzoso:(
Las dos horas de vuelo entre Barcelona y Dusseldorf han pasado rápido, amenizados por la lectura de las mejores partidas de Tigran Petrosian («Python Strategy»). En especial me ha gustado mucho la partida Troianescu vs Petrosian (Bucarest 1953) con un brillante doble sacrificio de calidad.
La conexión – gratuita – entre las terminales del aeropuerto de Dusseldorf y la estación de tren está conectada por el «Sky-Train», que va enganchado sobre unos raíles a 10 metros del suelo (también en Frankfurt el Sky-Train une las terminales). Bastante divertido.
Luego el precio del tren hasta Colonia (mi primer destino) son 10 euros y el trayecto es directo y tarda una media horita. Le llaman el «Rhein Express» pero vamos, es un cercanías normal y corriente:) Eso sí, se retrasó unos minutos y enseguida dieron una explicación y horario previsto por megafonía en alemán e inglés.
De camino a Colonia («Koln») pasamos por Leverkusen, y me pareció ver varias fabricas de Bayer así que supongo que es la sede del equipo del Bayer Leverkusen.
Un par de horas en Colonia no dan para mucho. La estación de trenes central es gigante con una oferta de fast food impresionante. Opte por el Curryworst, una cadena que ofrecen salchichas bratwurst con curry, patatas fritas buenísimas y una cervecita por 5,70 euros. Salchichas y cerveza en Alemania?
No te puedes equivocar mucho. Más complicado es ir al baño: solo había un WC McClean de pago con colas y ninguno de los establecimientos tipo McDonalds, etc tenían servicios, debe ser medio ilegal eso digo yo…
Al salir de la estación te encuentras de frente con el atractivo principal de Colonia, su majestuosa catedral gótica, realmente impresionante, el más grande y antiguo de Europa. Soy una amante de las catedrales desde leí el libro «Los Pilares de la Tierra» (Ken Follett) siempre que puedo los visito. Este es MUY grande, entrada gratuita, unas cristaleras magnificas, un arca de oro que se supone que contiene restos de los Reyes Magos; un espectáculo tanto desde dentro y desde fuera.
Aunque llovía un poco me acerque al rio Rhein para pasear por el puente gigante que lo cruza, para tener un poco de perspectiva cuando vea películas sobre las guerras mundiales.
Al finalizar la corta visita, de nuevo a la estación para coger un tren dirección Herborn para reunirme con Josu y su familia. En mi primer viaje ya tuve oportunidad de conocer un poco esta pequeña ciudad de unos 25000 habitantes pero en esta ocasión he hecho un poco mas de turismo y la verdad es que da gusto como esta cuidado. Se nota que el poder adquisitivo de los que viven allí es alto porque la mayoría de las casas son muy grandes y se ven muchos coches de alta cilindrada.
La parte antigua está muy bien conservada porque evitó los bombardeos de la guerra mundial, a diferencia de muchas otras ciudades en la línea de tren Colonia-Frankfurt. El domingo por la mañana me di un paseo de un par de horas mientras Josu preparaba su partida y respire aire fresco y mucha tranquilidad. Localice un cementerio con un memorial a los rusos fallecidos en la guerra.
Por la tarde marchamos a Neuberg a jugar la partida. Era la última de la temporada para el equipo de Herborn. Pero el empate al menos era necesario para no descender y nos tocaba con el tercer clasificado que, por suerte, ya no se jugaba nada. Aun así fue un match igualado a priori que al final cayo de nuestro lado por 5.5 a 3.5.
Mi partida fue la última en terminar ya que los finales de doble torre son bastante complicados de jugar. Por suerte para mi, en Alemania se juega con control de jugadas a las 40 y luego una hora más a finish (6 horas total) que es el control que más me gusta sobre todo si tienes un final complicado.
Si tenéis ganar de analizarla os la dejó aquí.
Las jugadas clave son 6…Axe4 que inicia el camino a la ganancia de un peón, luego 20…a5 consolida el peón y evita contrajuego en el flanco de dama. Después muy importante el plan iniciado con 36…h5 para crear la segunda debilidad en el flanco de rey (Shereshevsky) y finalmente acertar con 62…Te1! cortando el rey dos columnas lo que garantiza la victoria porque el peón-c se coloca en cuarta. Esto es más eficiente que proteger los peones a y c y dejar que el rey blanco se acerque porque los finales de este tipo frecuentemente acaban en tablas.
Muy contentos, el equipo fuimos a cenar en un italiano donde probé pasta marinera regado con cerveza alemana. El Herborn lleva dos años seguidos subiendo de categoría y este año ha sufrido para mantenerla. Casi todos los integrantes del equipo son jóvenes así que el futuro promete bien para quizás el año que viene intentar el ascenso. ¡Pero esto ya será para la crónica del 2017!
Que excelente reseña de viaje Michael, está claro que esto se te da muy bien. Disfruté de cada palabra! Creo que en breve se nos viene un libro tuyo con una historia novelada, sería interesante que fuera relacionado al ajedrez.
Abrazo grande y saludos desde Argentina.
Muchas gracias Marcos!